EL OTOÑO Y LA CAIDA DEL CABELLO

Publicado por: Farmacia Almassera En: Vida Saludable En: martes, octubre 16, 2018 Comentario: 0 Visualización: 1046

De media perdemos entre 100 y 150 cabellos al día. En otoño este número se incrementa. Lo podemos, sobre todo en mujeres que tienen el pelo largo,  detectar en los cabellos que se quedan en el cepillo, en los que dejamos en la ducha, en los que quedan en la almohada y también en los que se quedan en los hombros.
Durante este periodo, que tiene una duración estimada de 2-4 meses, a la vez que cae cabello está creciendo pelo nuevo, por lo que al final del proceso no deberíamos notar una disminución en la densidad de la melena.

Es una de las cosas que más preocupa tanto a hombres como a mujeres. Tanto que la “caída de cabello” es una de las mayores búsquedas de Google. Y es que para las mujeres tener un pelo sano y bonito es algo muy importante dentro del mundo de la belleza. El estrés, la alimentación, los cambios hormonales o el estado anímico pueden influir negativamente en la salud capilar haciendo que una melena sana se vaya estropeando poco a poco.

Las causas principales de la caída de cabello, tanto en hombres como en mujeres, son la predisposición genética y un aumento de la acción de las hormonas masculinas o andrógenos, lo que ocurre con la llegada de la menopausia.

  •  Diferencias entre caída de cabello estacional y alopecia:

Pero hay que tener en cuenta que existe la caída de cabello estacional, es decir, que en otoño esta caída puede ser mayor sin necesidad de que eso implique un problema. La caída estacional que se produce en los meses de otoño es un proceso de renovación natural del pelo ya que hay épocas del año en las que el pelo recambia más que en otras. Las causas de este recambio no se conocen con certeza pero posiblemente se deban a una combinación de varios factores: el propio ciclo de nacimiento y crecimiento del pelo ya que aunque en general el pelo muere en primavera suele tardar unos tres meses en caerse.

Asimismo, en verano el sol incide con mayor fuerza sobre el cuero cabelludo y éste tiende a engrosarse para ganar densidad y así proteger nuestra cabeza. En otoño y conforme el sol va disminuyendo su intensidad el pelo pierde calidad y se cae.  

  • El estrés. El principal enemigo de la salud capilar:

El estrés es probablemente el principal enemigo de la salud capilar (y de muchas cosas más) ya que afecta a un porcentaje importante de la población. Pero, ¿ese pelo se puede recuperar? “La pérdida de cabello por cualquier causa tiene solución si acudimos al dermatólogo ante los primeros síntomas y obtenemos un diagnóstico precoz. En la actualidad, la mayoría de las alopecias pueden detenerse e, incluso, se puede recuperar el cabello perdido si son tratadas a tiempo. El estrés, la ansiedad o la depresión, en algunos casos, presentan una sintomatología física que acompaña a la psicológica. Uno de los síntomas frecuentes puede ser la caída del cabello, lo que se conoce como defluvio telógeno.

La alopecia areata, aunque tiene un origen autoinmune, también se asocia a este tipo de problemas emocionales. En este caso aparecen calvas en forma redondeada en diferentes partes del cuerpo en las que existe vello o cabello”, aclara el doctor Sánchez Viera.

  • ¿De qué manera podemos prevenir la caída preocupante de nuestro cabello? ¿Qué alimentos debemos incluir en nuestra dieta? ¿Hay alguno que afecte de manera negativa?

Existen algunas medidas preventivas que pueden ser útiles para evitar la caída del cabello:

La mesoterapia capilar consiste en la microinfiltración en el mismo cuero cabelludo de fármacos, minerales y vitaminas que actúan en la raíz del cabello aportándole las sustancias necesarias para fortalecer el cabello y retrasar su caída.

Los champús y mascarillas anticaída aplicados antes de la llegada del otoño consiguen alargar la fase anágena del cabello, la de crecimiento, mientras que retrasan la de reposo y caída (telógena)

Dieta: nuestra alimentación también influye de manera muy importante en nuestra salud. Una persona con anemia o falta de hierro suele tener pérdida de cabello. De igual forma, si tenemos una alimentación rica en vitaminas del grupo A y B y sales minerales, como en frutas, verduras de hoja verde, brócoli, tomate, champiñones y judías, el cabello estará más fuerte y nutrido. El hierro presente en las carnes rojas, las espinacas y la verdura son fundamentales para la oxigenación, mientras que el zinc, presente en carnes y pescados, es imprescindible para el crecimiento del pelo.

Estrés: hay que evitarlo en la medida de lo posible, ya que de por sí mismo puede provocar un defluvio telógeno (caída del cabello estacional) en cualquier época del año. Si el estrés no se puede controlar, lo mejor es contactar con un profesional en la materia que pueda solucionarlo.

Las dietas muy estrictas para adelgazar, la falta de nutrientes y los hábitos alimenticios basados en hidratos de carbono y azúcares. Evitar los alimentos ricos en sal y grasas, como embutidos, quesos y fritos pueden hacer que el cabello se caiga, esté más débil, fino y quebradizo.

  

 

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